lunes, 27 de mayo de 2013

Tan cerca pero a la vez tan lejos

Para mi desgracia justo después de escribir "I want to be like this forever" castigaron a Arnau a no salir de casa, justo unos días antes de marcharme a Moraira, justo en uno de los momentos en que más lo necesitaba.
Aún no habían pasado dos días y ya estaba muriéndome por dentro, necesitaba hablar con él y explicable el inmensurable temor que tenía a Moraira porque no me llevaba bien con los compañeros, estaba prácticamente sola, de vacaciones, con gente a la que nunca había querido conocer, me parecían unos falsos e hipócritas.
Al final llegó el día, tenía todas las cosas en la maleta y los nervios me inundaban el corazón,me senté con Oscar y nos reímos un rato de las extrañas vibraciones del autobús, todo iba bien.
Al llegar a Moraira nos bajamos del autobús y nos fuimos de excursión ( de 4 horas) a el "penyal d'ifac".
Fue muy divertido y hablé con muchos de mis compañeros, incluso uno de ellos me vio que estaba sola y me esperó para así poder hablar conmigo un ratito.
Mis compañeros me decían de vez en cuando alguna frase e intentaban sacarme conversación,se preocupaban por mi y me ayudaban en todo lo que podían.
A la hora de comer Oscar se marchó al un bar y yo me quedé conversando con unas cuantas compañeras ( unas 7)durante horas, descubrí muchas cosas curiosas y ante todo que esa gente no era tan mala como yo los pintaba, en realidad eran muy simpáticos y alegres y no habían hecho nada para que yo los despreciara como lo hacía.
En clase les apartaba e ignoraba cada vez que intentaban conversar conmigo y si me decían algo sencillamente les miraba con mala cara.
Al llegar a el albergue nos quedamos boquiabiertos, era genial, grande, con piscina, pista de voleibol, fútbol y basquet , sencillamente impresionante.
Pero aun tenía un gran problema, no sabía con quien dormiría, tenía claro que las chicas ya tenían grupos y que yo no estaba en ellos, Oscar hacía semanas que me decía que nos hiciéramos pasar por homosexuales para así poder compartir habitación, pero yo no quería decir eso porque de esta manera estaría negando mi relación con Arnau y eso no quiero hacerlo jamás.
Por suerte no hizo falta decirlo y Chema ,mi profesor, nos dejo acomodarnos en una habitación mixta.
Eramos 4, Oscar, Sergi,David y yo, por suerte tenía una fuerte amistad con dos de ellos (Oscar y David) y futuramente también con el tercero.
Aún tenía un rato libre así que llamé a Arnau y conversamos, nos contamos mil anécdotas  pero aun tenía que hacer muchas cosas así que al poco tiempo me despedí de él y me marché con mis nuevos amigos.
 Por la noche nos fuimos de fiesta por la ciudad y  nos emborrachamos, un poco (yo a base de Casalla),  nos reímos a carcajadas y disfrutamos de una "noche loca " con las historias que nos cotaban Silvia y Jordana. Más tarde montamos una fiesta en la habitación de al lado, para cuando terminó la noche todos ellos habían pasado de conocidos a amigos y me encantaban todos ellos.
Pero al irnos a la cama pensaba en Arnau, en cuanto lo echaba de menos, en sus abrazos, sus besos y en más de una ocasión las lágrimas cubrieron mi rostro.
Al despertar vi que en mi móvil había un icono de mensaje y al leerlo hizo que mi humor cambiara repentinamente:

"Siento no decirte te amo tantas veces como te mereces, sea por unos o por otros no lo he hecho. te amo. te echo de menos"

Supongo que lo de "sea por unos o por otros" es porque hay gente en nuestro grupo a la que le molesta que seamos cariñosos, en parte lo entiendo, pero eso es algo que hacemos sin querer y últimamente estamos intentando distanciarnos un poco para no molestar a los demás.

El segundo día fue el el típico "día de playa" hicimos deportes de playa por así llamarlos y jugué a voleibol con los chicos de clase y con Arantxa, fue genial, Marc se pasaba el rato animándome y ayudándome y al final no se ni como empezó a llamarme Tata. Cuando los chicos se cansaron una niñas de un club de voleibol profesional se acercaron a nosotros y nos pusimos a jugar con ellas.
Daba la casualidad de que se hospedaban en el mismo albergue e hicimos mucha amistad con ellas a pesar de que "eran rivales " de mis compañeras de clase (se odiaban a muerte).
Por la tarde nos fuimos a "la torre d'or", Jordana, María y yo investigamos plantas y animales mientras molestábamos a Eric llamándolo enano, Jesús se paso todo el viaje preocupándose por mi e impidiendo que me cayera (yo les avisé de que soy torpe y por ello todos me ayudaban a subir la montaña) y nos hicimos muchas fotos con aquellos paisajes sacados de cuento de hadas.
La segunda noche fue aun mejor, algunos se habían ido al pueblo pero a Oscar no le apetecía ir así que para no dejarlo solo me quedé con él.
Pero mis ganas de fiesta me superaban y le insistí hasta que decidimos escaparnos del albergue e ir a la ciudad, encontramos a nuestro grupo muy pronto y nos paramos en un bar donde me tomé más Casalla ( y si, yo era siempre la única que bebía Casalla, el resto bebía normalmente cerveza y cuando ya estábamos en el albergue Vodka ) y hablé muchísimo con Blanca, Desi y Silvia que se sorprendían al ver la facilidad con la que bebía Casalla y sin agua (cosa que me hizo gracia, es normal en mi pueblo).

A penas dormimos 3 horas, ese día era el último, teníamos que hacer las maletas y despedirnos de ese lugar, pero antes nos fuimos a las preciosas y famosas calas de Moraira.
Encontramos serpientes, erizos, cangrejos y caracoles marinos (Jordi Calafat era el encargado de capturarlos), disfrutamos de las playas de rocas y de las cuevas cercanas, cogimos piedras y conchas marinas para llevarlas a casa y nos metimos en el agua que estaba muy helada y cristalina.
Cuando subí a el autobús pensé en lo asustada que estaba hacía solo tres días, en nuestras noches locas, en nuestro club de los fumetas, en nuestros juegos de bebidas, en las conversaciones a media noche con Aida que nos visitaba con frecuencia a Oscar y a mi (donde descubrí que tenemos muchísimos amigos en común), las geniales ideas de Sergi y nuestras conversaciones respecto a la habitación, la cena con Mar,Desi,Amanda y Marta, donde conversamos tanto que sin darnos cuenta el comedor estaba vació,las larguísimas conversaciones telefónicas con Arnau (de horas), las conversaciones estúpidas con Jordi Ribes y David , en fin, mil y un aventuras que en una sola entrada no puedo escribir.


Cuando llegué a Villalonga Aitor vino a por mi, dejamos las maletas en casa y fuimos directamente a ver a Arnau.
Cuando lo vi casi me saltaron las lágrimas, la felicidad que sentí en aquel momento es indescriptible.
Esa noche la pasé en su casa, sus "te he echado de menos" y los "te amo" eran incesantes mientras hacíamos el amor y yo me sentía plena otra vez estando a su lado a pesar de haber disfrutado aquel magnifico viaje, su compañía para mi vale más que todos los tesoros del mundo.





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