jueves, 13 de junio de 2013

Una pequeña historieta

Él había sido mi compañero de vida durante muchos años pero eso no significaba que nos lleváramos bien, más bien todo lo contrario.Los días eran guerras continuas, no cabía paz en ellos.
Todas aquellas luchas hacían que me fuese perdiendo a mi misma cada vez más, ya no lo soportaba.
Mis días se volvían grises, me sentía estúpida, sola y hecha mierda, era como una colilla tirada en el suelo.
Cada minuto que pasaba hacía que me sintiera menos querida, sus constantes "creo que me gusta aquella, pero te amo a ti" provocaban una terrible depresión en mi interior y con el paso del tiempo fuimos separándonos cada vez más hasta que llego un momento en que la relación se rompió.

Al principio estaba feliz ¡Por fin era libre de aquellas pesadas cadenas!, contaba con el apoyo de mis amigos y era feliz disfrutando de mil y una aventuras con ellos.
Pero con el paso de tiempo eso cambió, poco a poco se fueron dividiendo en pequeños grupos de dos, todos tenían a alguien en quien confiar, todos menos yo, ya nadie me escuchaba, ya nadie se interesaba en esta ilusa.
Poco a poco fui alejándome de ellos, poco a poco fui creando una máscara inquebrantable, poco a poco desaparecía en el temor de mis silencios.
Llegué hasta el punto de odiarlos a todos y me encerraba en mi habitación llorando cada noche, que sola me sentía, que asco me daba ser quien era, no soportaba vivir más en este mundo, quería esfumarme...

Pasé de ser la chica positiva y optimista a la pesimista y cerrada y lo peor fue que nadie notó este cambio, mi máscara funcionaba demasiado bien, eso era algo que me enfurecía "nadie me conoce realmente" me decía a mi misma.

Fui ahogándome en mis propios pensamientos , buscaba desesperadamente una salida y lo único que hacía era hundirme cada vez más, me asediaba a mi misma, incluso les reprocharle amis amigos el hecho de que no me escuchaban, les expresé mis sentimientos, pero solo me escucharon una vez, después de eso todo continuó igual, cuando intentaba expresarles mi tristeza esquivaban el tema y eso me mataba por dentro.

Recuerdo que en muchas ocasiones me ponía a llorar sin motivo aparente, el amargor que sentía en mi interior era indescriptible, me recordaba a mi misma a mi ex, siempre depresivo, siempre triste, sin una pizca de luz en su interior.

Pero algo así como un milagro ocurrió, alguien se acercó a mi y me dijo unas palabras que nunca olvidaré "no soy bueno escuchando, pero por ti lo intentaré", vinieron de alguien que no esperaba en absoluto pero aquellas palabras dieron color a mi vida, con esa simple frase todo el dolor y la pesadumbre que cargaba se desvaneció, " celebraba que podía volver a empezar".
Después de aquello me acerqué más a él, pasamos momentos geniales juntos, gracias a él mi vida se volvió de color, nunca había confiado tanto en nadie, nunca había sentido tanta felicidad...
Pero el tuvo que marcharse un tiempo, por suerte recuperé a mis amigos durante ese tiempo, pero no podía evitar echarle de menos, nadie me llenaba como hacía él, era mi mejor amigo, era la persona en quien más confiaba, era mi cómplice, mi guarda, mi todo.

Cuando regresó se comportaba extraño, esquivaba mis miradas, ya no hablábamos como antes...Me pasaba los días preguntándome que le ocurría, no entendía ese cambio de actitud.
Mis preguntas encontraron sus respuestas poco tiempo después;
Un día me dijo que tenía que hablar conmigo de una cosa importante, al principio no hacia más que andarse con rodeos y eso a la vez me puso realmente feliz, volvía  a ser el de siempre.
De repente me miró fijamente, apretó los puños y con una gran sonrisa me dijo"te amo", en ese instante abrí los ojos, todos esos sentimientos, toda esa alegría, el hecho de que lo echara tanto de menos... Todo se reducía a un simple sentimiento, amor



No hay comentarios:

Publicar un comentario