domingo, 14 de septiembre de 2014

Castellón, mi segundo hogar

Como algunos sabréis este año me he ido a vivir a Castellón para poder cumplir uno de mis grandes sueños, estudiar psicología. Pero dentro de mi había un gran temor, tenía miedo de no encontrar a alguien con quien compartir mis días en la facultad, pero por suerte si lo he hecho.
Lo primero fue encontrar piso, después de buscar varios días por Castellón decidimos llamar a una chica que había subido un anuncio en Internet donde buscaba una compañera de piso para ir las dos a buscar uno y así tener más posibilidades. Esta chica resultó llamarse Arantxa, vive en un pueblo muy cercano al mio y tenemos algunos conocidos en común. Así pues buscamos pisos y encontramos dos que nos hicieron gracia: uno al lado de la renfe (a 10 min de la uni), muy económico, con el inconveniente que tendríamos que compartir piso con otras dos personas; el otro, en cambio, era muy espacioso, de dos personas, con un baño cada una, un poco caro y al lado de la uni.
Después de hablar un poco decidimos quedarnos con el caro ya que sería mucho más cómodo para nosotras y ese mismo día acordamos todo lo que teníamos que comprar.

Poco después, el día 8, se hizo la presentación de la facultad de ciencias de la salud para los nuevos alumnos. Inicialmente estábamos los de enfermería, psicología y medicina juntos pero no pasó mucho tiempo hasta que nos separaron, de esa manera Arantxa se fue con los de medicina y yo con los de psicología.
De buenas a primeras los alumnos de psicología me parecieron en general unos secos y unos antisociales.
Por ello me asusté un poco, temiendo que ocurriese como en 4o de Eso y terminara estando sola.

Lo bueno llegó el día 10, el primer día de clase.Ese día fui a clase por la tarde (después de saber que ese era mi turno), yo me sentía decepcionada y triste porque mis expectativas de la universidad habían caído en picado gracias a lo ocurrido el 8.
Justo antes de entrar a clase me pasé por el infocampus para recoger mi agenda y entré en la facultad.
Al entrar yo me sentía perdida ya que no conocía bien la facultad y no sabía donde se encontraba el aula HD132AA así que pregunté a la primera persona que vi.
Esta persona resultó ser Andrea, una compañera de clase que vino a estudiar a Casellón desde Elche, con la que futuramente entablaría una gran amistad y descubriríamos una lista muy larga de cosas en común.
La cuestión fue que ninguna de las dos tenía idea de donde se encontraba el aula así que decidimos ir juntas a preguntar a otras personas.
Fue subir un poco las escaleras y encontrarnos con dos chicas y un chico de nuestra clase con los que iniciamos una amistad casi al instante, este chico resultó llamarse Marc, es de Gandía y tiene unos 25 años, esto hizo que empezaramos a hablar. Poco después conocimos a una mujer ya más mayor que estaba completamente perdida y que resultó ser otra compañera de clase, le dijimos que viniera con nosotros 5 y poco después encotramos la clase.

Durante la primera clase me di cuenta de que Andrea tenía un coreano de fondo de pantalla pero por vergüenza no le pregunté, por suerte al terminar la clase intercambiamos números y nos fuimos Marc, Andrea y yo juntos a casa .
Por la tarde le envié un wats a Andrea para ir juntas a explorar Catellón.
Lo primero que me dijo al verme fue un "¿Eres otaku?", esa pregunta me sorprendió mucho ya que yo no había dado indicios de serlo, le contesté que si y le pregunte como lo sabía.
Resulta que en mi foto de perfil de wats salgo disfrazada de gata con Aitor ( foto de las fiestas de mi pueblo)y por eso dedujo que era otaku.
Resultó ser que ella también lo es y empezamos a contarnos un poco nuestra vida, a medida que lo hacíamos nos dábamos cuenta de que eran realmente parecidas y que la relación con la amiga de la infancia de cada una era la misma ( en mi caso Alba, en el suyo Raquel), Andrea es como Alba y Raquel como yo.
Me comentó que ella por alguna razón que desconoce se había fijado en mi cuando iba al infocampus, en el momento que me dijo lo del infocampus (que yo no le había dado esa información) me quedé de piedra, el destino realmente ha querido que nos conocieramos.Para ir juntas a clase el día siguiente quedamos delante del cajamar y nos adentramos juntas a clase, justo en la entrada nos encontramos a las doc chicas del día anterior y nos sentamos a hablar con ellas. Poco después vimos a Marc y se vino con nosotras, ese día conocí a más gente pero por desgracia mi memoria no se acuerda de los nombres.

Después de clase Marc,Andrea y yo volvimos a casa juntos ya que vivimos por la misma zona y nos paramos un momento en mi piso porque Andrea quería ir al baño. La cosa fue que al final en lugar de estar 5 min en mi piso estuvimos 3 horas y a la hora de despedirenos estuvimos una más.
Justo cuando los dos salían por la puerta apareció mi compañera de piso y me dijo que ese día había quedado con unas amigas para cenar en el piso. Total, que cenamos las cuatro juntas, las chicas se llaman Angela y Laura, resulta que Angela es una excompañera de clase de mi mejor amigo. Yo no se, pero cada día pienso más eso de que el mundo es un pañuelo.

El viernes quedamos para ir a clase Andra, Marc y yo delante de mi casa y por poco llegamos tarde, ese día no vimos a las dos chicas ( pobres, se han presentado 3 veces y no recuerdo su nombre), las clases me parecieron interesantes, en especial la de psicología evolutiva.
Para ir a casa hicimos lo mismo que todos los días con la diferencia de que esta vez yo tenía que subir al piso a por algunas  cosas ya que ese día Marc y yo volvíamos a Gandía.
Ese día había quedado con Arnau en la estación de Valencia a las 19:30, pero llegué una hora más tarde y Arnau como podréis imaginar estaba de muy mal humor.
Por suerte Marc le pudo arrancar algunas sonrisas y al final el enfado de Arnau parecía que había desaparecido. Fue entonces cuando de repente el tren se paró y anunciaron por el megáfono que había habido un arrollamiento y que por favor bajásemos del tren . Fue entonces cuando conocimos a Hada y Alba, unas chicas que estaban en el tren y con las que empezamos a hablar. Gracias en cierto modo a este accidente Marc y yo hemos encontrado a unas compañeras de viaje Gandía-Valencia con las que ya hemos quedado para cada lunes y viernes.

En definitiva, estos tres primeros días en Castellón han sido muy agradables y tengo la sensación de que estas amistades durarán mucho tiempo.
Siento como si Castellón fuese mi lugar, pero no estoy del todo bien por el hecho de que tengo a mis mejores amigos y a Arnau aquí, en Gandía (alrededores)

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